LA SALUD es el principal activo para lograr todo en la vida. “Puedes tener mucho dinero, mucho tiempo y muchos amigos, que, si no tienes una salud óptima, no podrás disfrutar ni del dinero, ni del tiempo, ni de los amigos”. Si tienes salud todo lo demás podrás construirlo.

Hoy en día, nuestro cuerpo está sometido a un alto estado de aceleración para el que no fue diseñado, por ello el estrés producido por el ritmo de vida acelerado, la falta de sueño reparador y una alimentación deficiente han llevado a una crisis de salud global que afecta nuestra energía, desempeño, bienestar y longevidad y todo esto se ve reflejado en un estado de salud general desequilibrado y deteriorado desde edades muy tempranas.

Todo comenzó con una decisión que, aunque no fue fácil, la sentí alta, clara, fuerte y contundente. Fue durante el proceso de acompañar a mi padre en sus últimos meses padeciendo Alzheimer, después de haber tenido una mente privilegiada. Ver esa transformación tan devastadora me marcó profundamente y despertó en mí una necesidad de buscar otra manera de vivir y tratar de evitar que el Alzheimer se instalase en mí. ¿Misión Imposible?... Nunca lo vía así.  No quería que mi vejez se convirtiera en un reflejo de la época más triste y menos funcional de mi vida. Mi mayor deseo era —y sigue siendo— llegar a la edad del júbilo con un cuerpo activo, una mente lúcida y con pleno uso de mis facultades mentales, emocionales y espirituales.